Las puertas acústicas sirven para amortiguar ruidos de máquinas, proteger las oficinas de los sonidos que se producen en los locales adyacentes, separar acústicamente las salas de cine, discotecas o videoconferencias, teatros, auditorios, etc.… por ello una puerta acústica debe disponer de un cierre especialmente hermético y además la hoja de la puerta debe tener una estructura especial con materiales específicos aislantes, para que ningún sonido traspase cumpliendo las normativas EN 20140 y ISO 10140.

Las puertas acústicas comprenden dos grupos:

• Puertas de acero con bisagras (batientes). Para aislamientos acústicos desde 38 dB y hasta 60 dB y resistentes al fuego. Este tipo de puertas dependiendo de su localización y función, se deben de cerrar automáticamente instalando un cierre automático con una fuerza recomendada de 20N para que comprima óptimamente las juntas de aislamiento.
• Puertas correderas acústicas hasta  52 dB